Desde hace dos años aproximadamente nuestro Sindicato participa de las reuniones periódicas que se desarrollan en el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires. Los gremios junto a los representantes ministeriales constituímos una Mesa Central a fin de coordinar acciones tendientes a generar lugares de trabajo libres de violencia. La postura de AMRA, desde el inicio fue que este objetivo se lograría solo con la decisión política firme, recursos monetarios y la participación del conjunto.
Debo expresar que después de muchas reuniones se propició la creación de las Comisiones Mixtas Hospitalarias, aunque transcurrido el tiempo fueron muy pocos los logros obtenidos a la fecha. En todas las intervenciones se trató de solucionar el conflicto desde lo coyuntural. Nuestro Sindicato sostenía que debía haber normas centrales de fondo que generaran un contexto para lograr el objetivo, y ser aplicado localmente en cada uno de los hospitales provinciales, de acuerdo a sus características. En su momento se tomó al hospital Evita de Lanús como modelo de inicio. Se trabajó con un protocolo que mostraba la forma de actuar ante una situación de violencia, fuera ésta de orden interno o de la comunidad. También se modificaron las formas de acceso y se reforzó la vigilancia en salvaguarda de los trabajadores del sector. Se instalaron botones antipánico en la mayoría de las guardias de los hospitales provinciales. En la actualidad en el resto de los establecimientos, en su gran mayoría, no se pudieron instalar estas recomendaciones ya que las mismas fueron transmitidas solo en reuniones y en forma verbal. A fin de resumir, voy a comentar que las planillas de denuncia obligatoria de un hecho violento, en muchos casos, no siguen su curso. Tampoco se realizaron las reformas edilicias necesarias para evitar la circulación indebida en los hospitales, ya que iniciados los trámites solo se obtuvo como respuesta “la falta de presupuesto”. Asimismo, las comisiones mixtas funcionan solo en un porcentaje bajo en los lugares de trabajo en el territorio provincial.
Los trabajadores médicos, desde nuestro Sindicato, podemos participar pero no somos los responsables de reencaminar las normas sociales que mejorarían nuestra relación con la comunidad que se asiste. Consideramos que la responsabilidad es institucional y debe ser el Ministerio de Salud el que ordene en forma escrita los procedimientos que deberían realizarse de ahora en más.
Me parece lógico que desde el Ministerio de Salud se contemplen las modificaciones en las estructuras edilicias para establecer la circulación adecuada de las personas ajenas al establecimiento y permitir el correcto desempeño de la profesión por parte de los trabajadores médicos. A su vez, es necesario coordinar desde el nivel central el sistema de vigilancia y que no sea discrecional y asumido por los directores únicamente. Por otra parte, considero vital que cada lugar de trabajo cuente con la dotación de personal necesario, aparatología adecuada e insumos suficientes, ya que la falta de estos recursos generan violencia entre el trabajador y quien demanda la atención.