En este hospital la suspensión de cirugías es una constante que se repite diariamente. Este hecho perjudica gravemente a los pacientes y a los trabajadores médicos, que luego, al reprogramarlas, encuentran agravados los cuadros clínicos que las personas presentan, con los riesgos que esto implica.

Esta situación ocurre desde hace años, y en la actualidad han empeorado notablemente por la falta de anestesistas, que es el hecho más común en el hospital. En los últimos días, la falta de ropa quirúrgica, que es imprescindible para realizar estas operaciones, ha limitado a la población a acceder a su derecho a la salud.

Según refieren nuestros afiliados, en el contrato que se acordó con una empresa privada para la provisión de estas prendas, solo figuran los “ambos” y no se incluyeron los descartables requeridos para la actividad. Esto significa que hoy no se opera debido a que no hay cofias, guantes, botas, camisolines, entre otros elementos necesarios para la tarea quirúrgica.

Otro hecho grave es la falta de funcionamiento de los ascensores, motivo por el cual los pacientes que requieren de una cirugía de urgencia deben ser subidos por las escaleras por el personal. La falta de ascensores es una escena habitual desde hace años, que lamentablemente se ha naturalizado entre los trabajadores y pacientes del hospital.

Supuestamente, los déficits de los quirófanos centrales iban a desaparecer con la firma del nuevo contrato pactado con los anestesistas para el 2019, pero el servicio de cirugía general, por ejemplo, suspendió en lo que va del año 45 cirugías de pacientes que estaban internados para una operación. Otros servicios quirúrgicos, como ginecología, traumatología, neurocirugía, maxilofacial, tienen las mismas dificultades y con una casuística similar.

Otro tema que espanta son las condiciones del servicio de obstetricia, en el cual hay una libre circulación de personas durante las 24 horas del día, y a pesar de haber advertido en reiteradas oportunidades a la autoridad local, no se han tomado las medidas necesarias para limitar el ingreso de individuos ajenos al servicio. Este hecho, sumado a la falta de vigilancia y seguridad, predispone, como ha ocurrido en otros hospitales, a que ocurran robos de niños, cuestión que queremos evitar con esta denuncia.

A su vez, hemos podido confirmar que el quirófano exclusivo del servicio de obstetricia no cumple con las normativas que establece Fiscalización Sanitaria para su funcionamiento, exponiendo a potenciales riesgos evitables a las pacientes.

En este hospital se inauguró una guardia general que no está terminada, en la que existen otros quirófanos que, por la falta de conclusión de la obra, no funcionan. Además, se da la falta de equipamiento y del personal necesario para llevar adelante la actividad asistencial. La obras se inauguran funcionando y con las obras terminadas. Estas serían las verdaderas políticas en salud.

En todo este contexto, la falta de limpieza aporta un agravante más en este hospital de alta complejidad. Un centro sanitario no puede ser un lugar de mayor contagio de enfermedades. Durante estos años no se han nombrado suficientes trabajadores de limpieza, y por otro lado, los déficit estructurales empeoran las tareas de los pocos higienistas con los que se cuenta.

Apelamos a que las autoridades de salud provinciales instrumenten las medidas necesarias para solucionar esta grave crisis en el hospital Eva Perón de San Martín.

Video que realizamos en el mes de enero de este año sobre el calamitoso estado del hospital:

 

 

 

 

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