El pasado 31 de diciembre, en un hecho de agresión directa, la familiar de una paciente agredió con golpe de puños a los trabajadores y trabajadoras profesionales del Hospital Magdalena V. de Martínez, de la localidad de Pacheco.
Sin ningún reparo, esa persona solo reaccionó de esa forma por considerar que su propia opinión era la correcta y la de los colegas “no tenía valor alguno”. Este no es un hecho aislado o fortuito, es una constante en los lugares de trabajo de la salud pública en nuestro país.
Desde el Sindicato de Médicos AMRA participamos desde hace más de una década en las famosas “mesas de violencia” del Ministerio de Salud en las que siempre dejamos claramente asentado en las actas de las reuniones que estos hechos eran favorecidos y propiciados por las malas condiciones de trabajo.
Denunciamos el déficit de equipamiento, la falta de limpieza, y el insuficiente personal de seguridad, hechos todos que predisponen una deambulación interna descontrolada de familiares y terceros por pasillos, salas de internación limitadas al personal exclusivamente.
Por esto afirmamos que los lugares de trabajo son inseguros para los trabajadores profesionales y no profesionales. Pasaron tres administraciones diferentes y el “empleador Estado no soluciona esta triste y vergonzosa realidad“. Durante las noches, los y las colegas tienen miedo de quedarse en los lugares de mayor exposición. Pareciera que quienes administran la salud esperan un caso fatal para tomar alguna medida como autoridad sanitaria. Salarios bajos, malas condiciones laborales y una manifiesta sobreexposición son la moneda de cambio que vivimos desde hace décadas.
El Sindicato de Médicos AMRA repudia una vez más este hecho aberrante y responsabiliza a las autoridades de lo sucedido.
Donde haya un trabajador de la salud agredido estará el Sindicato
Secretaría General Conurbano Norte
