Desde el Sindicato de Médicos AMRA (Asociación de Médicos de la República Argentina), y porque lo sufrimos en primera persona, expresamos nuestro rechazo a la reforma laboral impulsada por el gobierno nacional. Los profesionales médicos padecemos desde hace décadas la ausencia de Convenios Laborales, hecho que nos ha condenado al pluriempleo dentro de un sistema de salud totalmente fragmentado.
En este contexto, advertimos al conjunto de los trabajadores que la flexibilización laboral constituye un retroceso y un hecho claramente negativo para cualquier actividad. La falta de condiciones laborales adecuadas solo trae perjuicios. Por ello, reafirmamos nuestro reclamo histórico por un Estatuto Profesional que regule salarios y condiciones de trabajo, y que permita a los colegas cumplir con la actividad profesional, garantizando al mismo tiempo un acceso justo a la salud para la población.
La liberalización del mundo del trabajo desarma y destruye los derechos que permiten a los trabajadores, por oficio o profesión, acordar condiciones laborales, remuneraciones, vacaciones y demás derechos conquistados, vinculados a la relación laboral y a la protección del grupo familiar. La postura del gobierno solo profundiza el aumento de la desigualdad en las fuerzas de negociación entre las partes, debilitando el trabajo decente y favoreciendo relaciones laborales cada vez más asimétricas.
La pérdida de capacidad negociadora solo beneficia y le conviene a las cámaras empresariales patronales, que a través de esta reforma pretenden la creación de sindicatos por empresa, con el objetivo de debilitar aún más los salarios y continuar erosionando los derechos conquistados, así como la capacidad de defensa colectiva de cada sector de la producción o de los servicios.
En definitiva, esta reforma reproduce los lineamientos de las políticas laborales promovidas durante el menemismo, profundizadas con la reforma constitucional de 1994 y consolidadas por Martínez de Hoz durante la última dictadura militar, así como los intentos impulsados por el macrismo en los años 2017 y 2018.
Si bien el Gobierno sostiene que la reforma es “en beneficio de los trabajadores”, su verdadero objetivo es la precarización laboral. Las estadísticas nacionales e internacionales demuestran que la liberalización del trabajo no genera empleo de calidad, sino que profundiza la desocupación, la informalidad y la pobreza.
Esta iniciativa desconoce la Recomendación N.º 198 de la OIT (2006), la Declaración de la OIT relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo (1998) y el Programa de Trabajo Decente, al otorgar un poder desmedido a la parte empleadora y debilitar las relaciones laborales equitativas.
Los trabajadores de la profesión médica continuaremos reclamando Convenios Colectivos de Trabajo y el fin del pluriempleo que nos desgasta, nos enferma y deteriora nuestras vidas familiares y sociales. Por todo lo expuesto, rechazamos la reforma laboral propuesta.
